A casi un mes de la tragedia de La Cresta, Ángel Ariel y Próspero Ortega Justavino, dueño y conductor del bus 8B-06, se entregaron ayer a la Defensoría del Pueblo. Ambos se entregaron primero a esa entidad, porque buscaban el respaldo de la defensora para que se garantizaran sus derechos, informó Mónica Pérez, defensora del Pueblo.
Inmediatamente, los hermanos Ortega se entregaron a la Fiscalía 1ª de Circuito para declarar ante ese despacho. Ambos llegaron en compañía de Pérez y del Pastor de Hosanna, Edwin Álvarez, quien señaló que desde el fin de semana los hermanos lo contactaron para que les diera asistencia espiritual y fuera mediador en la entrega.
LAS FALLAS SE DIERON DESDE EL 2000
Alexis Miranda, presidente de la ruta de Veranillo, manifestó que en el 2000 se compraron 7 buses iguales al 8B-06 a F. Icaza, y a los meses empezaron a fallar. Esto se reportó a la empresa, pero la garantía sólo era en daños en el motor, además de que al Banco Nacional sólo le importaba que se pagara la deuda adquirida por los transportistas.
Miranda agregó que estos vehículos se compraron por sugerencia de la ATTT, pues "ellos decían que cumplían todas las especificaciones".
Mientras tanto, la Fiscal 1ª de Circuito, Zuleika Moore, informó que se investigará toda la historia del bus; es decir, desde el momento en que se compró a la empresa.
Unas 5 personas, 3 sobrevivientes del incendio del bus y 2 familiares de las víctimas, han comparecido a este despacho.
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