Todo pasó en segundos. El señor Carlos Chávez Aguirre, de 48 años, iba llegando al P.H. Hesed, lugar donde trabajaba como conductor de un abogado, pero repentinamente aparecieron dos sujetos aen una moto y le hicieron tres detonaciones.

Dos balas se alojaron en su cuerpo, que cayó tendido en la entrada del edificio. Al instante llegaron paramédicos del 911, que trataron de mantenerlo con vida, pero los tiros fueron fulminantes. Mientras que en una pilastra quedó como evidencia la marca del otro balazo.

Poco a poco se fueron acercando los curiosos que aseguraron que nunca antes había ocurrido algo similar.

Se conoció que Chávez Aguirre era un subteniente jubilado de la Policía Nacional y aunque al principio se manejó la tesis de que todo fue para robarle, no fue confirmada por las autoridades.

Por este caso, dos personas fueron detenidas para investigación, pues sus características coinciden con las de los motorizados. Ellos fueron llevados a la subestación de San Francisco.

EN PLENO DIA
El homicidio ocurrió a eso de las 12: 45 p.m. de ayer.

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