Se trata de Rigoberto Rodríguez, quien es un ejemplo más de un panameño emprendedor.

Rigoberto tiene 4 años de estar en el negocio de la fabricación y venta de mafá, platanitos, donas y quequi. Él optó por ser su propio jefe para que nadie lo mandara, pues señala que: "siempre quise ser alguien en la vida, pues yo no tengo estudios, y me gusta hacer dulces".

Rigoberto adquirió el conocimiento hace unos años atrás, cuando trabajaba en una panadería. "Ahí aprendí a hacer de todo", y después puso sus conocimientos en práctica, y he aquí el resultado: unos deliciosos productos caseros.

HECHO EN CASA
Rigoberto junto con su esposa se levanta a las 5 de la mañana para hacer el producto del día, hacen una cantidad razonable que se pueda vender, pero a veces hay pedidos y tienen que hacer una cantidad mayor.

De esta manera, Rigoberto mantiene a su familia, le da estudios a sus hijos y paga sus cuentas.

SU META
"Quiero agrandar el negocio". Éste es su mayor anhelo, pero la situación actual del país también perjudica a este pequeño empresario. El aumento de la harina, la leche y el azúcar afectan sus sueños, porque esto impide que el negocio crezca, señala Rigoberto.

A Rigoberto lo puede encontrar en varios puntos de la ciudad, ya sea en Río Abajo, Calidonia, Juan Díaz. De 1 a 6 de la tarde.

Si usted está interesado en comprar sus productos al por mayor, puede localizarlo en calle 14 Ciudad Radial o llamarlo al: 6599-4936.

ECONOMICO
Todos los productos valen 25 centésimos cada uno. Ya tiene planeado fabricar nuevos productos.