Por tradición y herencia, los indígenas Emberá-Wounnan esculpen la semilla de la tagua como verdaderos artistas, que si el artista Miguel Ángel pudiera ver las obras que hacen con un pequeño y rudimentario cuchillo y un poco de pintura, quedaría tan maravillado que se inclinaría ante ellos.
La tagua o marfil vegetal es una planta que crece en la selva húmeda tropical de Panamá, Colombia, Ecuador y Brasil, y ha sido usada desde 1900 hasta hoy en la confección de botones y otros adornos para la ropa.
Pero los indígenas de la región de Darién la utilizan para esculpir toda clase de figura de animales, como peces, iguanas, aves, entre otros, de manera artesanal casi sin utilizar elementos artificiales en su elaboración.
Según Aliro Conquista, artesano de la tagua, el proceso es bastante simple, pero demora un poco por lo dura que es esta semilla, que cuando está suave hasta para alimento sirve.
Proceso de elaboración de artesanías a base de tagua:
Primero se seleccionan las semillas o nueces maduras. Luego se mantienen húmedas (envuelta en un paño) para que se suavicen y puedan ser talladas. Después de talladas con la figura deseada, se hornean para que se pongan más dura. Luego se pule con papel lija, lana de hierro y pasta para pulir carros. Finalmente, se pinta con tintas naturales, (hoja de teca y otras plantas). Muchas de las artesanías requieren de varias semillas, hasta 10 máximo, las cuales son pegadas con una goma especial. Además, con la tagua estos artistas confeccionan dijes, aretes con forma de flores, animales y todo lo que compone su ambiente natural, que es lo característico de estos artesanos, aunque según Aliro, ellos pueden hacer cualquier escultura con esta semilla.
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