Se tiene la idea de que el ballet y otras actividades estilizadas sólo las practican niños de cierto nivel social, porque es muy costos. Jenie Atalí Ábrego es una pequeña bailarina como su hija o cualquier otro niño que está demostrando lo contrario.
Ella tiene 3 años, pero ya debutó en su primera gala de ballet, nada menos que bailando "El cascanueces" en el Teatro Nacional.
Para un artista experimentado, este tipo de eventos puede resultar cotidiano, pero para una niña y su familia es todo un acontecimiento.
DIAaDIA acompañó a Jenie durante todo el proceso el día de la presentación, el que se inició con un buen desayuno. Luego el peinado, colocación del vestuario especial, maquillaje y, finalmente, el viaje en familia hacia el Teatro.
"Parece sencillo, pero una presentación de ballet no sólo es educación artística, enseña también valores como la disciplina y responsabilidad, además de unir a la familia en todo el proceso", dice el profesor Uziel Alloy, del Centro de Bellas Artes y Folclor de la Chorrera.
Después de la función, Jenie recibió la tradicional rosa roja con la que se premia a una bailarina, de manos de su sobrinito Aldo, de 2 años, quien también asistió a la función.
Sin duda, el ballet infantil es otra forma de cultivar la semilla del arte. |