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  IMPACTO
Destino fatal
El rostro de Ríos reflejaba dolor por la pérdida.

Emileth Bósquez | Aguadulce, DIAaDIA

Iban a acompañarlo en su dolor y murieron. El capitán Alejandro Ríos, piloto desde hace 3 años de la compañía Panama Air Traffic, se impresionó mucho al saber que en dos días había perdido a su hijo y a sus amigos, los tripulantes de la aeronave Paiper Séneca HP-1547 que ayer se accidentó en Cerro Peña Blanca, ubicado en La Laguna de San Carlos.

DESTINO
Los ocupantes de la aeronave se dirigían a Pocrí de Aguadulce hacia el sepelio del hijo de Ríos, que tenía 16 años, quien falleció por una fulminante leucemia en la ciudad capital.

Carlos Arango y el grupo de la empresa Panama Air Traffic, estuvieron al tanto de la enfermedad de su hijo, quien era estudiante de IV año del colegio Rodolfo Chiari, al mismo tiempo que aseguró que la empresa le había cedido una de sus naves para transportar el cuerpo de su hijo, pero él se negó para no provocar pérdidas a la empresa.

Aclaró que el capitán Aquiles Ortega, piloto, y Octavio Arrivillaga, copiloto, eran 100% profesionales.

Ríos nunca se imaginó que fueran a trasladarse hasta la ciudad de Aguadulce, para acompañarlo en el dolor ocasionado por la pérdida de su pequeño.

En la iglesia y en el cementerio de Pocrí, se encontraba la esposa del capitán Aquiles Ortega, quien al enterarse de la noticia arrojó un grito de dolor al instante de la llamada.

   
 
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