La parada de la Gran Estación de San Miguelito, se llenó de estudiantes al mediodía de ayer; sin embargo, en cuestión de 5 minutos se fue vaciando.
Y es que de sorpresa, llegó un patrulla con dos unidades de la Policía de Menores. Un sargento segundo comenzó a regañar a los estudiantes y los mandaba para sus casas.
El policía advertía a los varones, que todo el que tuviese aretes en la oreja sería llevado al cuartel. Dos estudiantes fueron montados en el patrulla, pero luego los bajaron y se marcharon a sus casas.
Finalmente, los estudiantes hicieron caso y poco a poco se fueron montando en sus respectivos "diablos rojos". La acción debe repetirse a diario.
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