La madre, la señora Manuela Vargas que ya contaba con cinco hijos, nunca pensó que eran cuatro las criaturas que llevaba en su vientre, aunque se le había informado que podría estar esperando trillizos.

Sus hijos Bolívar, Omar, José Manuel, y Boris, tienen el nombre de los cuatro militares que efectuaron el golpe de Estado de 1968.

La gente, recuerda doña Manuela, se agolpaba para verlos; sin embargo, este hecho le daba mucha pena.

La lucha por criarlos fue titánica, sobre todo por que su esposo la abandonó por otra mujer, cuando los chicos apenas tenían seis años, los mantuvo con un trabajo que le consiguieron en el Santo Tomás.

Uno de los cuatrillizos, Bolívar, contó que tuvieron una infancia inolvidable, a pesar de que no vivieron en la opulencia, precisamente por que eran nueve hermanos.

Su propia condición los hizo ser unos niños especiales y por esa situación no podían estar en el mismo salón.

Admitió que se parece a Boris y que José Manuel con Omar son idénticos porque en las entrañas de su madre había dos bolsas y no una, como en las que nacen normalmente los cuatrillizos.

Consideró que su vida y la de sus hermanos es un milagro de Dios, porque en esa época eso no se daba mucho.

Afirmó que se da en ellos un hecho particular porque desde pequeños, cuando a uno le pasa algo los otros lo sienten, caso que considera es una especie de telepatía.

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