El dolor y la angustia de la familia del niño Víctor Elías Peralta, quien el pasado mes de octubre cayó en una paila caliente con sopa de gallina, en El Sesteadero de Las Tablas, quedó en el olvido.
El hecho se debe a que hoy recibirán la nueva residencia de parte del MIVI, la que compartirá con sus cuatro hermanos, donde podrán vivir cómodamente sin enlodarse los pies y sin temor a que sus camas se mojen cuando llueva.
La residencia consta de dos habitaciones, sala, una pequeña cocina y baño higiénico.
Un lugar completamente distinto, ya que anteriormente vivía junto a 13 personas en la humilde residencia de su abuela, la señora Ana Cortés, donde el piso es de tierra, las paredes son de penca y el poco zinc que tiene de techo está completamente deteriorado .
Ahora, la sonrisa de Víctor es incomparable y sin pena alguna empezó a tocarnos su acordeón, dando un saltito al estilo del desaparecido Victorio Vergara Batista.
Con esa misma alegría se encontraban su hermanita María y toda su familia, quienes manifestaron que se encuentran agradecidos por todo el apoyo que recibieron, tanto de los medios de comunicación, empresas privadas, el Gobierno, como del resto de la ciudadanía, que colaboró para que Víctor lograra recuperarse.
Gracias a Dios, a Víctor sólo le quedan cicatrices en sus piernitas y en la espalda, pero fueron sanadas con el amor de todos sus familiares y de su querido pueblo, El Sesteadero de Las Tablas. "Bendiciones a todos, pues donde hay más de dos reunidos en el nombre del Señor, suceden cosas maravillosas".
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