Numerosos estudios revelan que el cerebro de los menores de tres años se desarrolla con gran rapidez, por lo que la intervención diaria de los padres, que incluya la lectura, el canto y las muestras de afecto, resulta decisiva para que crezcan sanos.
Tómese un poco de su tiempo para leerle a sus hijos, porque este buen hábito puede ser muy beneficioso, a tal grado que sus hijos crecerán más seguros e interesados por conocer muchas cosas que sólo leyendo se pueden saber.
La lectura puede influir en sus hijos de la siguiente manera:
Leerles en voz alta a los pequeños les ayudará a comprender el mundo en el que viven. Forja vínculos estrechos. Durante la infancia, los niños desarrollan actitudes que influirán en su conducta futura y la lectura es sumamente útil para lograr este objetivo. Inculca aptitudes valiosas en la vida, la buena lectura refuerza la moralidad y los valores. Comience a leerle a su hijo cuando es aún bebé. No lo aburra con lecturas que no entiende. Deje que se acostumbre a la lectura. La frecuencia con que le lea a su hijo le dará mejores resultados. En cada lectura hágale preguntas para comprobar si las comprende. El mejor regalo que puede darle a sus hijos en esta Navidad es un buen libro que pueda entender.
|