La basura que hay entre el alto monte, sobresale más que los mismos juegos, que aunque en su mayoría se encuentran en buen estado, no pueden ser usados por los niños del lugar, porque no se atreven a entrar por temor a que les salga alguna alimaña.

El único que sí le da uso al parque es un orate, que en las tardes llega a tomar siestas y en las noches lo utiliza como refugio. Se hace un llamado de atención al representante, para que le dé una manita de gato al parque.