La cultura de consumo de televisión en Panamá ha llevado a los jefes de programación a pautar los días domingo "shows" informativos, noticiosos y/o de opinión que se supone tienen como audiencia fija a gente que busca televisión inteligente. De ahí que TVN y RPC incluyan en sus parrillas de programación proyectos como Debate Abierto Dominical, Semana, Diálogo, Cuestionando los Hechos y Cara a Cara. No menciono a los de Canal Plus porque a esos no se les puede ni siquiera llamar programas informativos. Estos "show" deben dejar en quienes lo sintoniza reflexión y análisis porque cuando de complemento la "inducción" hacia una manera de pensar, pierden su función. ¡Cuidado!
Reitero, ¡algo hay que hacer con Diálogo! Este "show" de Luz María Noli cada semana está más aburrido, tiene menos ritmo, es más plano, por ende, no despierta ni genera una reacción y mucho menos opinión pública, a pesar de que 'a veces' cuenta con buenos invitados. ¿Quién está detrás de esta mala producción? No lo sé, pero la señora Noli debería analizar lo que está haciendo en pantalla porque es una mujer con nombre, con trayectoria y es a la que esa pantalla, informativamente hablando, le debe mucho. ¡Seguir dando la cara por ese valium informativo es autoaniquilarse a cuadro!
En el caso de Semana, de Jesús Morales, el ritmo es diferente. El programa va mejorando, el contenido es actual y los invitados son variados, no quemados, sin embargo, se ve de dos reales. Aún hoy, después de meses al aire, el "show" no tiene un set propio que le dé identidad, que nos diga que es un proyecto diferente a noticias, pero del área de noticias. Morales, que es bueno en lo que hace, sigue inexplicablemente queriendo imitar el estilo de Hugo Famanía y eso no solo es un error garrafal, sino que le resta fuerza a él, a su nombre y no crea marca. Visualmente el programa es muy pobre, su contenido está dando la cara por él todas las 'semanas'...
José Escobar en 'Cuestionando los Hechos' no sé por qué se acelera tanto. No sé por qué se transforma en una persona distinta a la que vemos de lunes a viernes. No comprendo por qué ese afán de gesticular tanto, de alzar la voz y hasta casi gritar en sus discusiones. Visualmente el programa al ser en exteriores no me dice ni fu ni fa. Es, evidentemente, un programa barato, un programa "diferente" al resto, pero con el que su conductor debe tener mucho cuidado en no pasar la línea de la emisión de opiniones porque ese no es su papel. Deben tener cuidado en no repetir los invitados de los programas siguientes y de su propia pantalla porque eso es cuestionable...
Lo que a mí me molesta de Debate Abierto Dominical es ver lo descarado que son ciertos de sus invitados que venden la idea de que son intelectuales que pueden hacer análisis informativo, económico, ginecológico, dermatológico y hasta urológico. ¡Sabihondos! Pero más indignante es ver a quienes aplaudieron censuras en medios, hoy hablando de libertad de expresión. Álvaro Alvarado debe tener mucho cuidado con a quiénes invita y sobre todo saber diferenciar el espacio dominical del diario porque aunque son dos cosas muy diferentes, están pareciendo lo mismo.
Cara a Cara, reitero, es un buen proyecto al que se le debe cuidar no convertirlo en espacios de relaciones públicas. Dorcas De La Rosa sí tiene la sapiencia de reconocer sus fallas y aceptar críticas. Reitero, cuidado con las preguntas párrafos. El de ayer es un buen ejemplo de lo que se tiene que hacer. Muy bien llevado. ¡Ojo! ¿Vamos bien?
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