Aunque la cantante británica Amy Winehouse culpó al diablo de sus adicciones, al parecer, el enemigo de la intérprete estaba en su propia casa, pues su esposo admitió que fue quien la volvió adicta.
Blake Fielder-Civil, que salió de prisión a principios de noviembre, declaró que fue él el que llevó a la cantante al estado en el que se encuentra ahora, reprodujo la página nydailynews.com.
"Yo arrastré a Amy (en las drogas) y sin mí no hay duda de que ella nunca se habría hundido", explicó Fielder-Civil, quien actualmente cumple con un programa de rehabilitación en Londres.
"La introduje en (el uso de) la heroína, el crack, la cocaína y la autodestrucción. Me siento más que culpable", detalló el esposo de Winehouse y también dijo que el verano pasado casi la ve morir luego de una jornada consumiendo heroína.
"Sabía que había arruinado algo hermoso. Todo fue mi culpa", dijo.
Además, el aún esposo de Winehouse planea dejar a la cantante británica para salvar su vida. "Ahora tengo que dejarla para salvar su vida no la estoy abandonando. Estoy haciendo esto por amor", manifestó el joven, quien compara su relación con Amy, con la de Romeo y Julieta.
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