Moza, mire que mi suegra tuvo que venirse para mi casa, ya que quedó viuda y ninguno de sus hijos quieren tenerla cerca por su personalidad.

Ella apenas llegó a la casa dijo que había que poner orden, me cambió los muebles de la sala, de la cocina y hasta los de la recámara de mis hijos.

Eso me molestó y no le dije nada para no formar un problemón.

Luego me di cuenta de que cuando me llaman dice que no estoy y por eso he perdido varios negocios, pues soy vendedora independiente de productos de belleza. Eso me disgustó mucho y se lo comenté a mi esposo, que me ha dicho que tenga paciencia que su madre está pasando por momentos difíciles.

Lo peor de todo es que cada vez que cocino, ella me dice que está mal y que su hijo no le gusta cómo lo hago yo. Estoy al borde del enojo y no sé qué hacer, porque mi esposo me pide paciencia. Mis hijos también me preguntan cuándo su abuela se va, están cansado de que los enoja.

¿Qué hago?

Carmen Cecilia

Estimada lectora, la situación se te salió de las manos y tienes que buscar una solución rápidamente. Antes de hablar con ella (suegra), debes conversar con tu esposo y darle un ultimátum. Dile que converse con sus hermanos para que también le den posada a su madre. Así te quitarás un problema de encima. Por otro lado, las veces que ella se quede en tu casa, debes ponerles reglas, por ejemplo que si contesta el teléfono nunca diga que no estás, o mejor que no conteste.

Además que respete a tus hijos, sin acosarlos. Claro eso se lo deben decir de una buena manera para que no haya problema. Recuerda que tú eres la dueña de ese hogar y eres la que manda, no tu suegra.