Anel y su familia, todos los años, se preparan para presentar este llamativo nacimiento, lo que atrae a muchas personas que incluso viajan hasta de otros distritos de la provincia a presenciar este bello pesebre.

Aseguran que han trabajado más de 45 días, aunque todavía nadie pensaba en Navidad.

Este pesebre ha ido aumentando su tamaño cada año y es que la familia Herrera destruyó las paredes de sus habitaciones , sala y ahora hasta la cocina para formar parte de este gran arreglo navideño.

Aunque faltan algunos detalles, ya hay personas que se presentan a observarlo ya que, aparte del colorido, genera un sano ambiente que invita a quedarse muchas horas en esta casa.