Para que se sientan orgullosos de la madre que los trajo al mundo, debes tener en cuenta que dándoles las armas firmes y verdaderas, serán hombres y mujeres satisfechos y sin complejos.

Además, si quieres que tus hijos sientan la alegría del éxito en las tareas que emprendan, hay que alentarles a que aprendan a asumir el fracaso, que descubran que antes de hacerse realidad un objetivo, lo normal es que haya muchos intentos fallidos, hay pues que aprender a fracasar y, de hecho, a fracasar muchas veces, aunque sea doloroso.

Hay una clase distinta de seguridad, que si la alcanzas y enseñas a tus hijos, eliminarás cualquier tipo de obsesión, es la seguridad interior, ese sentimiento de tener fe en que uno será capaz de afrontar las situaciones, la voluntad de confiar en sí mismo, de saber que la única seguridad verdadera está en su propio interior.

Así que no te olvides de ti, porque ellos quieren tener una mamá bella y regia. ¡Felicidades!

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