Ana de González: "Todo comenzó cuando nos dimos cuenta de que nos íbamos quedar sin playa, porque las areneras se la estaban llevando y también a las tortugas".

Arcelio Fuentes: "En realidad participo de este proyecto porque las tortugas eran destruidas, sin consideración, por los que extraían la arena y por los perros".

Celestino González: "Es un ejemplo que tratamos de inculcar a nuestros hijos, para que aprendan a apreciar las bendiciones que Dios nos envía. Ésta es una manera de ayudar a las tortugas.

Alberto Castro: "Conservar la playa y ayudar a que las tortugas no desa parezcan de la tierra es muy emocionante. También verlas correr hacia el agua y cuando nacen".

Darío Pinto: "El ver cómo las mataban ha sido lo que me ha hecho participar en este proyecto, porque creo que merecen ser cuidadas, ya que es un regalo que Dios".

Florentina González: "Lo que más me motiva es conservarlas y que mis hijos puedan disfrutar de algo que muchos nunca verán; cuando nacen es maravilloso y gratificante".

Francisco González: "Me encanta ver cada vez que nacen la tortugas, verlas salir al mar en busca de su destino; pienso que hacemos una labor muy bella y seguiremos realizándola".

Raquel Ortega: "Este proyecto ya es parte de nosotros, nos ha ayudado a no perder la playa y al mismo tiempo somos un ejemplo para los demás".

Gissell Fuentes: "Pienso que todos debemos apreciar la naturaleza y aprender a utilizarla; si conservamos las tortugas, ellas estarán más tiempo con nosotros".

Yarisel Fuentes: "He aprendido a amar a las tortugas y sé que para que las generaciones futuras puedan conocerlas, es deber de nosotros conservarlas; he aprendido mucho".

Samuel Bultrón: "Lo hacemos por amor y esperamos que un futuro vengan muchos más a observar la belleza de que disfrutamos todos en Malena".

Manuel González: "Siempre me ha gustado conservar la naturaleza y este proyecto me dio la oportunidad de proteger a las tortugas, algo que me ha dado mucha satisfacción".