El amplio resultado con el que Navy Bay venció ayer al equipo de la ULACIT en el partido final del Torneo Clausura, deja mucho que desear y produce gran decepción entre los pocos fanáticos que aún siguen apoyando al fútbol femenino.
El claro dominio que ejerció el onceno colonense, ante un elenco universitario que mostró muy pobre desempeño en la cancha, no sólo sirvió para observar la habilidad y destreza de algunas jugadoras, sino para alejar cada vez más a ese público panameño que está sediento de buen fútbol y que no termina de decidirse por ir a los estadios.
En reiteradas ocasiones, escuchamos a dirigentes, técnicos y jugadoras solicitar mayor apoyo para el fútbol femenino, pero con resultados como el 6-1 de ayer, será imposible convencer a las masas de que lo hagan.
Después de este contundente marcador, ahora se avecina el partido de la súper final de la temporada 2006, y por el bien del fútbol femenino, esperamos que la historia sea otra. Corresponderá, entonces, tanto al representativo de Santa Ana como al de Colón, prepararse a conciencia para protagonizar un espectáculo digno de una final.
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