Inter y Milán acabaron como campeones de sus respectivos grupos en la primera fase de la Liga de Campeones, lo que les daba derecho a jugar la vuelta de los octavos de final en su casa en el estadio Giuseppe Meazza, que ambos comparten.

Para evitar que el Inter perdiese su derecho adquirido, la UEFA decidió que el club juegue su partido de vuelta en su estadio el día 15, una semana después de cuando le debería corresponder.