Orgullosas de sus trabajos. Gladys Beitía luchó durante dos años por un puesto de trabajadora manual, a tal punto que ofreció sus servicios de manera gratuita, para que el grupo estudiantil y los encargados de la escuela observaran su desempeño.
Ahora, las cosas son diferentes, ella forma parte del grupo de siete dedicadas mujeres que realizan las labores domésticas de la Escuela Harmodio Arias Madrid, en Villa Rosario de Capira.
SUS VIVENCIAS
Una de ellas es la señora Casilda Grace, quien es una de las más antiguas que trabaja en la escuela. Comentó que gracias a su trabajo logró educar a su hija y que actualmente está en la universidad. Casilda expresó estar agradecida con Dios por su trabajo, ya que también ha podido mejorar su casa.
Adelaida Martínez, otra trabajadora doméstica, expresó agradecimiento a quienes la contrataron, pues, gracias a su sueldo, tiene con qué velar por sus hijos y sacarlos adelante.
HACEN DE TODO
Son muchas las labores que estas mujeres realizan desde muy temprano. Entre limpiar los pisos, trapear los pasillos y baños y hasta, en ocasiones, fungir como cocineras; ellas trabajan con el corazón. La unión ha sido la virtud de estas señoras, quienes, gracias a esto, han creado una gran organización a la hora de realizar las labores, puesto que dividen el trabajo y cada una toma un área para limpiar.
CURIOSIDADES
Baños sucios y papeles por doquier son algunas de las cosas con las que ellas tienen que lidiar diariamente, pero nada de esto empaña el gran esfuerzo que hacen por mantener la salud y el bienestar de los estudiantes, algunas veces familiares e incluso hijos de ellas.
IMPORTANTE
Para ellas, todo el trabajo que se realice honradamente es digno.
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