Triana resaltó que los panameños no están todavía concienciados para donar órganos, y un ejemplo de ello es que muchas de las córneas que descansan en su Banco de Ojos provienen de transferencias hechas por Costa Rica, EE.UU. y Colombia.

Subrayó que la situación está tan seria que muchos llenan su formulario para ceder partes de su cuerpo como las córneas y los riñones; sin embargo, cuando están en cuidados intensivos, a pesar de saber de su aprobación, los familiares se oponen. “Algunos panameños prefieren irse a la tierra con todos sus órganos que donarlos”, sentenció.

Por tal razón, añadió que se sienten un poco frustrados, por lo que piden el apoyo de la ciudadanía, ya que con estas partes se pueden salvar vidas.