Estudios realizados por el Departamento de Diseño e Inspecciones de la Autoridad de la Región Interoceánica (ARI) revelaron que la opción más viable para el Edificio #1 de Amador es que sea demolido para construir un complejo turístico, ya que la actual infraestructura no cumple con las exigencias establecidas. Además, no posee la capacidad de absorber la energía transmitida por movimientos sísmicos y, para colmo, la corrección representaría costos superiores a la construcción de una nueva estructura. Dicho proyecto turístico, a cargo de la empresa Tulsi Hospitaly Investment Corporation, contará con un hotel de más de 60 habitaciones, restaurantes y bares de franquicias estadounidenses. No saben cuándo demoleran el edificio.