Mientras más plata tenemos, menos queremos ir al quiosquito. La encuesta nacional de consumo presentó los resultados de esta investigación que abarcó más de 2,389 hogares en las nueve provincias.
Entre los hallazgos que se encontraron en las muestras está la de los gustos. Se pudo conocer que las preferencias varían dependiendo a los ingresos. En la medida en que los ingresos aumentan, se observa un desplazamiento de las preferencias hacia los supermercados y minisúper.
Esta situación también está ligada al grado de desarrollo urbano de las áreas consideradas, en las cuales puede haber mayor o menor presencia de los supermercados.
En cuanto a los servicios públicos como energía eléctrica, agua y teléfono, se pudo conocer que la gente prefiere ir a los respectivos operadores, a pesar de que en muchos lugares se ofrece el servicio.
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