Camina hacia otros rumbos. En sectores como Pedregal y Panamá Este se está despertando la violencia entre menores de edad, sumergidos en situaciones de riesgo.
En El Chorrillo y Curundú el caso es diferente, pues los que delinquen son los adultos, pero se ven afectados los niños, como las dos pequeñas y el adolescente muertos en medio de las balaceras.
Ante estos fenómenos, Danilo Toro, director del Programa de Seguridad Integral del gobierno, dijo que la sociedad se torna agresiva porque los panameños han llegado al punto de aprender a vivir con la violencia desde el hogar.
Además, que le dan valor a las cosas materiales como el dinero. Los jóvenes se involucran con el narcotráfico y, por último, la sociedad no ha aprendido a reaccionar ante situaciones que los ponen en peligro de caer en actividades de violentas.
Las estadísticas de homicidio cada año van en aumento. En el 2006 se registraron 325 casos, en el 2007, sumaron 444 y hasta septiembre de este año se contabilizaron 394.
Aseguró que la oficina que dirige trabaja en el fortalecimiento de instituciones relacionadas con la prevención de la delincuencia y en tres proyectos de protección de jóvenes sanos, menores en situación en riesgo y que han sido condenados por algún delito. Ellos participan de actividades deportivas y culturales coordinadas con el MIDES, en las que participan 1,430 menores de edad de San Miguelito y Colón.
Destacó que los jóvenes involucrados en casos de droga creen que de esta manera salen de la pobreza.
En el 2007 unos 10 mil estudiantes desertaron del sistema y muchos estaban en situaciones de riesgo.
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