Pero esa no es sólo la única queja, pues a criterio de las madres-maestras del Centro Parvulario "La Nueva Semilla", ubicado en la comunidad de María Henríquez Rural de Alcalde Díaz, la preocupación más apremiante para ellos es que los niños que asisten a esa escuelita se abastecen de un ojo de agua, del cual hicieron un pozo para toda la comunidad.

Según la maestra Francisca Franco, en ese pozo hay cualquier cantidad de gérmenes, pero es el único recurso que tienen. Comentó que en esta comunidad hay más de 55 casas, con una considerable cantidad de niños y niñas.

Argumentó que se han hecho gestiones para instalar la luz eléctrica, pero carecen del apoyo de las autoridades.

Para llegar a la comunidad, toma más de 45 minutos caminando desde el poblado de La Cabima. Todavía las calles son de tierra y sólo hay acceso para los autos hasta un tramo de ese pueblo. Los residentes lamentaron que las "chivitas" de la ruta interna no presten el servicio adecuado. El caos reina durante la época de invierno, pues la vía se torna intransitable.

SUFREN
Cada madre de familia tiene que cargar agua en tanques, para preparar los alimentos del comedor diariamente.