Amparada en el secreto de confesión, una persona devolvió una imagen de San Sebastián y tres crucifijos del siglo XVIII a la iglesia matriz de Sao José da Lagoa, en el estado brasileño de Minas Gerais, de donde habían sido robados 50 años atrás, publicó este jueves el diario OGlobo.
El cura Eugenio Ferreira de Lima recibió las piezas en manos de una persona que minutos antes se había confesado.
|