Triste. Así se siente Milciades Cuéllar Jr., de 63 años, quien arriesgó su vida en la gesta histórica del 9 de enero de 1964, cuando una bala por poco le borra su pie derecho.
Recordó que apenas tenía 17 años cuando un proyectil casi le arranca el pie ese día. Eran las 10: 00 p.m.
El sentimiento de abandono que siente Cuéllar se debe más que todo a que sólo hablan de ellos cuando se acerca un aniversario más de la gesta.
Independiente de esa indiferencia, vive tranquilamente en los edificios Altos de Nazaret, ubicados en la Vía Ricardo J. Alfaro, junto al cariño de sus padres.
Además, está jubilado y recibe una pensión de B/30.00 mensuales del Gobierno por ser uno de los mártires del 9 de Enero, aunque reconoció que ese dinero no le alcanza para nada.
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