"Ya no podemos estar en nuestras casas, porque, además del peligro que representa el derrumbe del puente, tenemos que soportar esta contaminación", relató la señora Juana de Escudero, vocera de los afectados, quien señaló que esta es una situación crítica que está afectando a más de sesenta familias.

Señaló que desde hace casi dos años están solicitando a las autoridades que les arreglen esta carretera, que se ha convertido en una trampa de muerte para todos los que tienen que utilizar esta vía.

Los residentes manifestaron que se les informó que para este mes iban a proceder a realizar las reparaciones, pero hasta la fecha ni siquiera han realizado la inspección, por lo que esperan que esta vez sí se cumpla y les den una solución efectiva.