Y es que este pequeño niño tiene el sueño de ser un gran jugador de fútbol profesional, pero lastimosamente a sus 10 años no ha podido pertenecer a ningún equipo, solo se limita a practicarlo en la escuela y con sus amiguitos en el área de Veranillo, donde vive.

COMO LO APRENDIó
Cuando tenía cinco años, Oliver tenía la costumbre de escaparse de su madre y sentarse a la orilla de cualquier cuadro donde estuvieran practicando este deporte y así aprender un poco más de lo que sabía. Pero al ir creciendo, ya se atrevía a pedirles a los mayores que le permitieran entrar al juego y poder demostrar lo que había aprendido de manera teórica.

ESPERARA
Con mucha desilusión, él sabe que es difícil triunfar en esta profesión, por lo tanto se enfoca en seguir sus estudios en la escuela Amelia Denis de Icaza y algún día llegar a ser maestro, que es su segunda opción si no completa sus sueños de ser futbolista.

Mientras se divierte en vacaciones, este niño pone en práctica sus mejores virtudes que son en defensa de campo, pues él se considera muy rápido y capaz de evitar que cualquier jugador penetre su perímetro, aunque también se defiende en el área de portero.

LOS ADMIRA Y DESEA CONOCERLOS
Toda su vida, Oliver ha seguido los pasos de dos grandes jugadores del fútbol en Panamá, ellos son: "Matador Tejada", el cual tuvo la oportunidad de ver una sola vez y de lejos, y el jugador argentino Leonel Messi, de quien colecciona cualquier cantidad de pósters para inspirarse todos los días y pensar que algún día llegará a ser.

DATOS
"No pierde la esperanza de que alguien lo ayude a formar parte de un equipo profesional".