Casi se enfrentan. La desesperación hizo que el pescador Atanasio Panezo, de 40 años, quien no ha podido zarpar desde el 28 de diciembre del año pasado debido al Decreto 486 (que prohíbe la pesca de línea o palangre), se enfrentara a la Unidad de Control de Multitudes de la Policía Nacional.
Acompañado de sus ocho hijos, de los cuales una es discapacitada, este pescador se presentó a la Presidencia de la República para exigirle al mandatario Ricardo Martinelli que derogue el Decreto 486, para poder salir a pescar.
Su hija Milagros, de seis años, quien nació sin ambas piernas y con deformidades en ambas manos, es su mayor preocupación, porque ha tenido que reducir a una sola la comida diaria, para que el poco dinero que le queda le alcance.
Al igual que Panezo, ayer unos 400 pescadores -acompañados de sus familias- cerraron la Avenida Balboa y la Cinta Costera por más de dos horas, al no ser atendidos en la Presidencia. Ellos quemaron llantas, basura, derribaron señales de tránsito y hasta arrancaron algunas palmeras de la avenida Balboa, para usarlas como barricada.
Cuando las unidades antidisturbios avanzaban para reabrir la vía, los pescadores se replegaron a la orilla. Luego, marcharon hacia la Asamblea Nacional de Diputados, donde fueron recibidos por una comisión que les expresó que les llevarán sus inquietudes al Ejecutivo, para reunirse con ellos el próximo lunes.
DECRETO
El Decreto 486 elimina la pesca con línea larga (palangre) a las embarcaciones pesqueras de más de seis toneladas en aguas panameñas.
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