UNIDAD
Carlos Castillo, uno de los fundadores, manifestó que al principio alquilaban cuchillas para que les cortaran la calle y compraban tosca para echarle y garantizar un poco de comodidad a las personas. "Hemos recibido ayuda de las autoridades locales, pero la comunidad necesita más", dijo.

En Lluvia de Bendiciones existen dos quebradas en las que las personas lavan y se bañan.

AFECTACIONES
En pleno Sector 1 hallamos a Ruth Gómez, quien expresó que es importante que se instalen cunetas y alcantarillas para que cuando llueva, el agua no se meta a sus casas.

Otra que sufre las consecuencias es la familia Toribio, quien vive en la parte baja de la comunidad y las aguas van a su propiedad.

María Rodríguez vive en la casa más afectada y dijo que no ve la hora en que construyan las calles y cunetas, pues cada vez que llueve el agua cruza en medio de su casa. "Hemos puesto hojas de zinc en el frente para que el agua no entre, pero no sirve de mucho", relató.

Los residentes informaron que debido a que en la calle hay piedras sueltas, un morador se cayó y se lesionó una de sus piernas.

Mientras que el Sector 3, el más alejado, también sufre con las lluvias, pues la quebrada crece y, como no cuentan con puente, deben esperar hasta que baje el nivel.

Ellos entraron a los terrenos donde está Lluvia de Bendiciones en el 2000 y esperan los títulos de propiedad.

PRESIONARON
Para poder tener luz, la comunidad, en sus inicios, secuestró un carro de la empresa eléctrica. Fue así como les hicieron contratos.