Los vendedores sienten tristeza por tener que desalojar un sitio de recuerdos inmemorables y recalcaron: "En el Terraplén hemos vivido momentos dulces y amargos, pero es injusto que nos tengamos que ir, sin llegar a recibir apoyo del Gobierno".

Un verdulero revivió recuerdos del barrio de hace 40 años y nos expresó: "Por estas calles vi crecer gente y no existía la delincuencia como ahora", palabras de reflexión de un lugar invadido de costumbres, tradiciones y experiencias para compartir con los que se acerquen a observar el diario vivir de un trabajador del Terraplén.

CHECHERES
Es cierto que la insalubridad, el vandalismo y el mal estado de las estructuras hacen insegura la zona para los compradores y turistas, pero a pesar de estos inconvenientes, pueden conseguir artículos de segunda mano como piezas, jaulas para pájaros, ropa, artículos de ferretería, botas, entre otros muchos artículos necesarios para el hogar, el carro y el jardín.

La labor de cada vendedor del Terraplén es diferente, unos confeccionan jaulas; otros reciclan objetos, todo con el fin de rebuscar un par de reales y llevar el sustento a sus hogares.

Lo cierto es que al pasar los años, estos panameños siguen con la misma rutina: vender y dar la bienvenida a sus visitantes.

SIN RUMBO
Los vendedores aseguraron que hasta la fecha, no les han dicho dónde serán reubicados.