Un gran estadio para un gran hombre. Cuando una estrella escribe con letras de oro sus hazañas, no hay duda que por agradecimiento se debe reconocer las proezas de quienes, a través del deporte, han dejado el nombre de Panamá por todo lo alto.
Aunque, en su momento (2003-2004) algunos políticos y miembros del patronato que administra la estructura, se opusieron a que el Estadio Nacional fuera bautizado con el nombre de Rodney Carew (por considerarlo más estadounidense que panameño), finalmente sus logros pesaron más y se autorizó colocarle su nombre.
Fue a través de la Ley 2 del 15 de enero de 2004, cuando la ex Asamblea Legislativa oficializó el nombre de Estadio Nacional Rodney Carew a la estructura que desde su inauguración, el 31 de julio de 1999, simplemente se llamaba Estadio Nacional.
Su construcción fue un esfuerzo de todos, guiados desde 1995 por el Comité Pro Estadio, liderado por David Menasche.
Hoy, la estructura ubicada en Mocambo, por la vía Centenario, ha sido testigo de grandes e históricos eventos como la clasificación en el 2002 de la selección Sub 20 a un mundial de fútbol, la toma de posesión de la ex presidenta Mireya Moscoso, entre otros acontecimientos musicales y religiosos.
SU CARRERA
Pero ¿quién es esta figura? y ¿qué hizo para que la más grande estructura deportiva del país lleve su nombre?
Ese es Rodney Cline Carew, el tercer latinoamericano y el primer panameño en tener el honor de ingresar al Salón de la Fama de Cooperstown, Nueva York por su destacada labor como pelotero en el béisbol de las Grandes Ligas.
Carew nació el primero de octubre de 1945 a bordo del Ferrocarril Transístmico camino a la ciudad de Colón.
Se inició como pelotero en las Pequeñas Ligas de Pedro Miguel, antigua Zona del Canal, y posteriormente en la juvenil del campo de Barraza en el centro de la ciudad de Colón.
Luego de trasladarse a Estados Unidos con su familia llamó la atención de personas vinculadas con el béisbol, y luego fue descubierto por los Mellizos de Minnesotta, quienes lo hicieron jugar en la Liga de Novatos de la Cocoa (1964); la Liga del Estado de la Florida en Orlando, Clase A (1965); y en la Liga de Carolina Clase A (1966).
Sus cualidades posteriormente lo llevaron a jugar en las Grandes Ligas en 1967, donde fue elegido como Novato del Año con los Mellizos de Minnesotta.
Con este equipo llegó a conseguir siete títulos de bateo, además ganó el título de Jugador Más Valioso en 1977 y participó en 12 juegos de las estrellas.
Quizás como el propio Carew admitió el pasado noviembre en una reciente visita al país, tal vez no era un bateador de mucho poder, pero la habilidad para batear imparables y para correr y hacer carreras fue lo que lo llevó al éxito.
Carew se llegó a robar el home 7 veces en 1969, y 17 veces en toda su carrera.
Tras su retiro en 1986, estuvo entre los 16 peloteros en anotar más de 3, 000 hits, con 3, 053 imparables, tras 19 temporadas sólo con dos equipos: con los Mellizos de Minnesotta (1967-1978) y en los Angelinos de California (1979-1985). Nunca ganó una serie mundial.
Carew entró al Salón de la Fama de Cooperstown, Nueva York, el 21 de julio de 1991, en su primera nominación, siendo el tercer latinoamericano y el primer panameño en tener este honor.
En la actualidad recorre el mundo dictando charlas de béisbol y trabaja con los Mellizos de Minessota instruyendo a nuevos valores de la pelota.
HISTORICO
Carew es considerado como uno de los 100 mejores jugadores de toda la historia de las Grandes Ligas.
|