Se ha comprobado científicamente que el salir de la ciudad, escuchar el viento entre los árboles, sentir el fresco de las mañanas, escuchar el correr del agua y el canto de las aves son buena terapias antiestrés que existen, además, que el acampar permite convivir de una manera única y crear amistades duraderas.
Es recomendable iniciar la actividad del campismo en lugares que cuenten con algunos servicios.
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