Pinogana enfrenta el problema de suministro de agua, como la mayoría de las comunidades de la provincia de Darién, y aunque cada 2 de febrero le elevan una plegaria a la Virgen de la Candelaria, su patrona, para ver salir el líquido de sus grifos, la situación sigue igual.

Además, al parque infantil frente al templo no le funciona ninguno de los aparatos y la seguridad no es mucha, sólo en días de fiestas, como el pasado fin de semana.

Gladys Lee, quien tiene 39 años de vivir en Pinogana, aseguró que desde que nació es devota de la virgen y que encomienda a toda su familia para que los cuiden. También pide que las autoridades ayuden al pueblo con sus necesidades.

DENUNCIA
Los moradores afirmaron que se sienten olvidados, porque es una comunidad que no cuenta con un servicio básico y vital como es el agua potable y tienen que recurrir al río y al agua de lluvia para abastecerse.

Esperanza Ortiz, otra moradora, expresó que confía en que la Santa algún día los ayudará a que todas las comunidades a lo largo del río Tuira cuenten con agua, ya que el Gobierno se los prometió.

LA DEVOCION
Vicente Alvarado, coordinador de la festividad, manifestó que la comunidad se fundó el 10 marzo de 1638 y que para esos tiempos se daban enfrentamientos entre los nativos y las expediciones extranjeras.

Narró que sólo había 34 chozas y que cuando atacaban el pueblo, la Virgen de la Candelaria se ponía por delante y hacía un cerco de fuego para evitar que las personas oriundas de Chepigana fueron maltratadas.

Al día siguiente, cuando iban a la iglesia, la imagen tenía su vestido quemado por estar defendiendo a los indígenas.

Así como para esos años los protegió, esperan que les conceda el milagro de tener agua en sus grifos.

CATOLICOS
Desde el 24 de enero comenzaron con la vigilia y la procesión se hace todos los 2 de febrero.