Matilde Sánchez es una madre campesina de 39 años de edad, salió de Lurá centro, una apartada comunidad del Norte de Penonomé, en busca de educación para sus hijos. Ella perdió a su esposo, ahora está enferma de cáncer y teme dejar desamparados a sus hijos.
La señora Sánchez dijo sentirse triste por lo que pasan a diario, tienen muchas necesidades, por ello decidió buscar un trabajo para salir adelante, sin embargo, se le detectó un cáncer cérvico uterino y esto ha truncado muchos de sus sueños.
La señora Matilde trabaja en una casa de familia, donde gana 50 dólares por quincena, lo que gasta en alquiler.
Ella en el campo era promotora de salud y se realizaba todos sus exámenes, pero por descuido no se realizó un examen y esto fue suficiente para que después de ese año se le detectara el cáncer. Actualmente, debe recibir tratamiento en el Hospital Oncológico, pero por falta de recursos económicos no ha podido seguir asistiendo. Debe trabajar y no tiene reposo, dice que si no trabaja, sus hijos no tendrán de qué vivir.
En la casa donde vive alquilada, solo tiene dos camas en mal estado, una silla, un radio y un abanico.
La hija mayor de la señora estudió hasta sexto año, pero no pudo continuar la universidad por falta de recursos, al ver la difícil situación y enfermedad de su madre decidió trabajar en una casa de familia en la capital.
Los hijos de esta mujer están desesperados y piden una vivienda para su madre, además de ayuda para que reciba un tratamiento adecuado contra el cáncer.
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