Después de los carnavales, enseguida empieza la preocupación por la escuela.
Para la entrada a la escuela, hay muchos factores que tomar en cuenta, echando a un lado los útiles, los uniformes y demás.
El aprendizaje del niño está muy ligado a la forma, como se encuentre emocionalmente en el momento. Para el niño o niña que entra a la escuela por primera vez, la entrada a la escuela o pre-escolar es muchas veces una situación de estrés. Requiere de una adaptación a un lugar nuevo y, lo más importante, la primera separación de su lugar seguro: "su hogar".
Factores implícitos en la enseñanza aprendizaje:
ESPERANZAS Y MIEDOS
En todo comienzo, tanto para niños como para adultos, existen expectativas de esperanza, deseos y miedo. Como por ejemplo: una nueva escuela, un nuevo bebé, un nuevo seminario o una nueva maestra.
No importa la edad, todos pasamos por el mismo proceso, pero tendemos a relegar esto a los infantes. Es por esto que las primeras experiencias de separación, influyen sobre lo que esperamos de las próximas.
MANEJO DE LA ANSIEDAD
Cuando hay mucha ansiedad, es difícil establecer el proceso de aprendizaje y obtener algo de la experiencia. Algunas veces, los niños se sienten ansiosos sobre el año que viene y lo que traerá para ellos. También hacen fantasías sobre el profesor que tendrán y si será bueno o malo con ellos.
Es buena idea tomar un tiempo para hablar sobre la experiencia. Expresarlo en palabras puede ser muy beneficioso para el estudiante. También los profesores deben estar atentos a los mensajes no verbales de los estudiantes, y estar accesibles como figura de apoyo y no amenazante.
El "sostén" o "holding" es un término creado por Winnicott, que se refiere a la capacidad de la madre de acoger al niño y calmar su ansiedad. El maestro muestra esta capacidad en el colegio, al escuchar al niño y ayudarlo a entender la situación que esté atravesando. Si escuchamos reflexivamente, lo haremos sentir a gusto.
Las nuevas experiencias positivas se van almacenando dentro de nosotros mismos, y nos ayudan a seguir en la búsqueda para explorar lo desconocido. Por esto, un ambiente seguro en el hogar, donde los padres ayudan al niño a organizarse y atienden sus necesidades, es el motor de arranque del niño.
Al mismo tiempo, el poder tolerar no saber algo es un pre-requisito para aprender y descubrir. De esta forma, el niño utiliza la curiosidad y busca respuestas a través de libros, adultos, tecnología y amigos.
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