Según Dixie, quien vive en Río Sereno de Tortí, como el niño tiene afectadas las funciones motoras, no puede caminar y no habla, ella debe cargarlo siempre para donde sea que lo lleve. Cada día este problema se hace más grave, porque Miguel está creciendo y debe llevarlo al médico cada seis meses, viaje que debe hacerlo a caballo, para luego esperar el transporte que la lleve al Hospital del Niño. Por eso, necesita un coche para trasladarlo de un lugar a otro y una cama especial, además de pañales desechables y alimentación especial. Dixie trabaja en el Centro de Salud de Tortí, pero lo que gana no es suficiente para las necesidades de Miguel Ángel.