Ultimátum. ¿Se imagina usted que todos los detenidos en la cárcel La Joya y La Joyita fueran liberados por las condiciones de insalubridad, morosidad judicial, irrespeto y violaciones a los derechos humanos en que están inmersos y que han sido denunciadas en los últimos meses?
Ayer, la Fundación para Apoyo al Detenido presentó ante la Corte Suprema de Justicia un recurso de Hábeas Corpus, basándose en las condiciones infrahumanas que atentan contra la integridad física, mental o moral de los detenidos de estos centros penitenciarios.
Javier Justiniani, miembro de dicha Fundación, manifestó que el Órgano Judicial tiene que ponerse en las pilas, pues con este recurso que tiene todas las de la ley, los coloca entre la espada y la pared. ¿Cuáles serían las consecuencias de esta acción? Justiniani explicó que no se puede permitir que en Panamá existan personas de influencias caminando libremente por las calles, pero "los hijos de la cocinera" no pueden gozar de esos privilegios. Pero sí reciben una alimentación pésima, no tienen atención médica ni ambulancias.
Justiniani enfatizó que si en 30 días no hay respuesta del Gobierno Nacional, del Ministerio Público y del Órgano Judicial, acudirá a Washington a una audiencia en el mes de marzo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Se pudo conocer que existen aproximadamente 6 mil internos alojados en las cárceles de La Joya y La Joyita, en el corregimiento de Pacora, de los cuales el 60% está en espera de juicio o resolución de sus respectivos casos.
¿QUE PASO?
También denunciaron el incumplimiento de la Ley 55 y de las reglas mínimas para los reclusos.
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