Después de 12 días de paro laboral por parte de los técnicos y profesionales de la salud, volvió la calma para ellos, pero para los asegurados no.
En el Complejo Hospitalario Arnulfo Arias Madrid de la Caja de Seguro Social hubo una larga fila en la farmacia. Allí estaba el señor Paly Tuñón, de 71 años, quien tuvo que esperar a que se acabara el paro para poder sacar sus medicinas que le recetaron para la presión.
Tenía dos horas de estar esperando y la desesperación fue notable en él y en los que estaban en la fila.
Contó que durante la huelga tuvo que comer dientes de ajo y toronja para bajar su presión, ya que el día que se inició la medida no le dieron el medicamento.
Detrás de Paly estaba la señora Raquel en busca de insulina, ya que padece de diabetes. El segundo día de paro fue a buscar la medicina, porque "supuestamente" a los pacientes de enfermedades críticas sí los estaban atendiendo, pero no fue así. Tuvo que gastar B/.19.40 en la insulina y B/.7.20 en jeringuillas en una farmacia privada.
En tanto, Orlando Marín, dirigente de CONAGREPROTSA, dijo que atenderán todas las recetas pendientes desde el paro, sin excepción. El personal de farmacia que trabaja en las salas, unos 40, estará dando apoyo en las ventanillas para trabajar sin interrupción.
El dirigente afirmó que los exámenes de radiología pendientes también se realizarán.
PERDIDAS
El paro de los técnicos de la salud dejó más de B/ 5 millones en pérdidas y alrededor de 500 mil recetas sin entregar.
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