"Cuando llegué al hospital me declararon que la pierna había que amputármela", la noticia lo destruyó, pero apoyándose en una sola pierna salió adelante.
A sus 43 años, sus labios temblaban de nerviosismo, enfrentado a una grabadora y una cámara fotográfica. Sin embargo, al perder su extremidad izquierda, enfrentó la situación con mucha valentía y aún lo continúa haciendo.
Rafael Marulanda Ortega, tenía 22 años, mientras soldaba una cabina trasera de un camión, cuando se fue abajo. Cayó mal y se partió el fémur. Desde entonces, su apoyo han sido dos muletas.
Sus abuelos, Dilia Marulanda y Federico Ramírez siempre son el ejemplo a seguir, fue precisamente gracias a su abuela, que "Lito", como todos lo conocen, echó a un lado el pesimismo y convirtió al optimismo en su bandera.
UN HOMBRE DE FAMILIA
Pero "Lito" no ha salido adelante solo, sino que lo ha hecho en compañía de su esposa Angélica y sus hijas, su principal motor. Sí, Rafael es el orgulloso padre de Beatriz, Iris y Carolina. De cada una tiene una anécdota, por lo menos Beatriz, es un poco nerviosa, y es que cuando "Lito" sufrió el accidente, su esposa estaba embarazada y la niña recogió todo.
AL VOLANTE
Él está pensionado de por vida, sin embargo, es un hombre trabajador, ya que sus abuelos le enseñaron que si quería tener algo lo obtendría con el sudor de su frente. Su profesión es la de soldador y nunca lo ha dejado. Pero cuando no suelda está detrás del timón, transitando la avenida y es que "Lito" tiene como pasatiempo ser conductor de bus, de la ruta Tumba Muerto- Los Andes. Un día se dijo: "por qué no", ya él estaba ligado al negocio, pues arreglaba los asientos de unos y le daba mantenimiento a otros.
Ayer, como todos los jueves, se disponía a salir y dar su vuelta, pues sólo maneja los martes, jueves y domingos, pero antes abrió ese baúl de los recuerdos para demostrar que querer es poder.
PELEA
Cuando Iris, hija de "Lito", cursaba el tercer grado, le hinchó el ojo a varios compañeros por burlarse de su padre.
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