La efervescencia de las fiestas del dios Momo, motivan a la gente a salir de lo tradicional, pintándose el cabello de rubio, haciéndose canroles y pintándose un tatuaje que lucirán por cuatro dí­as.

Rafael Gómez, un experto en tatuajes temporales, está provisionalmente en la Plaza 5 de mayo. En 10 minutos pinta uno a quienes no desean someterse al dolor y las agujas. Su costo va desde 2 dólares de los 300 modelos que oferta.

LOS EXPONE
Ismael Tejada, bien carnestolendo, vende en el semáforo pañuelos y sombreros. Para él, aunque la venta está floja porque la gente piensa en escuela, espera vender unos 40 dólares diarios para invertir la mitad.

PREPARADOS
Hay quienes no pierden el tiempo y con sus consignas "eviten enfermedades en carnavales", "el SIDA anda suelto", están vendiendo los preservativos a los viajeros, que los compran por montones.

SIEMPRE PEINADOS
Yolanis Wellington teje unos canrroles que lucirá una de sus clientas, su puesto en una acera atrae a muchos.

Según ella, los modelos más sencillos cuestan 5 dólares, porque es un peinado tradicional de carnaval que les quita el estrés a las mujeres de secarse y peinarse el cabello todos los dí­as.

ALEGORICOS
Es en estos dí­as, cuando la imaginación de los panameños se pone de manifiesto, el vestuario y tintes de todos los colores son la nota caracterí­stica.