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Pasó como Pedro por su casa
El nicaragüense pide que le ayuden a encontrar a su hermano Jairo.

Jaime A. Saldaña | DIAaDIA
Él pasó por aquí (Paso Canoas) y nadie le dijo nada.

La difícil situación que se vive en los pueblos de Nicaragua motivaron a un joven de 18 años, a quien llamaremos "José", para proteger su identidad, a cruzar las fronteras de forma ilegal para encontrarse con su hermano, a quien no ve desde hace cuatro años que salió al igual que él en busca de una mejor vida y que según le dijo un conocido, está radicado en Chiriquí.

Es sorprendente cuando "José" narra la forma en que salió de su país y fácilmente ha cruzado las fronteras panameñas a través de las instalaciones de seguridad sin ningún tipo de problema.

Aduce que cuando era chico sus padres murieron y sólo cuenta en Nicaragua con una hermana que tiene más de 30 años y algunos tíos que le ayudaron a estudiar hasta sexto grado para después trabajar como ayudante de albañilería; no obstante, lo que se ganaba no le alcanza para nada.

José, que es oriundo del pueblo de Muelle de Bueyes, explicó que consiguió algo de dinero para el viaje hasta Panamá y en la noche se adentró en el monte de su país por el sector de Boca Tapada, hasta entrar a San Carlos y llegar a San José de Costa Rica como un "mojado", ya que así se les reconoce en Nicaragua a los que cruzan las fronteras de forma ilegal.

El único problema que tuvo "José" en Costa Rica fue cuando dos guardias motorizados lo detuvieron, y al no tener documentos le pidieron que les entregara el dinero que cargaba, o si no lo deportarían. Él les dio 8 mil colones y le dejaron para pagar el bus que lo traería a Paso Canoas, aseguró.

Al momento que le preguntamos a "José" cómo cruzó la frontera con Costa Rica en Paso Canoas para llegar a Panamá, inmediatamente sonrió y manifestó: "eso fue más fácil, porque yo me bajé del bus y venía caminando y nadie me detuvo ni me preguntó nada en la frontera, yo sólo pasé por todo el centro".

José, con una mochila y sin nada en el bolsillo siguió caminando por la Interamericana. Los que trabajan en el ensanche le dieron algo de dinero y llegó a David, donde busca a su hermano Jairo, del que sólo sabe que trabaja en un taller de mecánica.

   
 
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