Los evangélicos le declararon la guerra a la violencia, a la maldad y a todo lo malo que ocurre en Colón, cuando vestidos de soldados recorrieron las principales calles de la ciudad, en medio de las fiestas del Carnaval.
El contraste llamaba la atención; por un lado, las comparsas desfilaban y, por el otro, los evangélicos reprendían a los demonios.
Más de 4 mil personas desfilaron, finalizando con el evento de toma de la ciudad de Colón para conmemorar los 154 años de fundación de la provincia.
|