Pero, a pesar de la poca población, los presentes gozaron a más no poder. Prueba de esto fue que la tarima casi se viene abajo con los bailes excéntricos de las chicas, que no demoraron en hacer espectáculos y movimientos sensuales.

En tanto, vendedores como Juana Herrera, esperaban más público. Herrera dijo que aún no se preocupaba, pues era sábado y muchos estaban trabajando. Confía en que para hoy la situación mejore.

La creatividad tampoco faltó en Juan Díaz, ya que en el lugar se encontró a la señora "Galleta", nombre que le acertaron todos los que la observaban y se admiraban, porque al llegar a los culecos, su vestimenta consistía en "cartuchitos" de galleta. Así llegó la "culequera" y muy contenta expresó: "Vine a divertirme".

Los culecos terminaron a las 4.00 p.m. sin ninguna anomalía.