"¿Los pobres no podemos vivir en San Francisco?" Esta era la pregunta que se hacían las personas que invadieron terrenos en la playita de Boca La Caja, ante el inminente desalojo del que serían objeto por parte de las autoridades.
Un poco preocupada, Elizabeth Cumbrera, una de las invasoras, observaba cómo su casa era derrumbada y pensaba qué iba a hacer ahora, pues es una madre soltera desempleada.
El concejal de San Francisco, Carlos Pérez, explicó que los terrenos invadidos, una parte le pertenecen a una empresa privada y la otra al Gobierno.
Manifestó que en el lugar se construyeron 75 casas de madera y otras de bloque y las personas tienen que entender que no son los dueños de la propiedad, por lo tanto, deben salir.
Luego de destruir las casas, la corregidora suspendió el desalojo, alegando que desde una construcción aledaña los trabajadores lanzaban bloques y no había tanta seguridad, pese a que habían muchos policías.
CERCADOS
El lugar del desalojo fue tomado y cercado por unidades del control de multitudes de la Policía Nacional.
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