Su sabor trae recuerdos de las vacaciones en las huertas. Para quienes quieren recordar esos días, sólo les queda como consuelo comprar las ciruelas que han invadido los puestos de ventas de legumbres y frutas.
Aristides Sánchez es uno de los vendedores de este fruto tropical que oferta, para hacerlo más atractivo, con vinagre y sal.
Tiene dos variedades: la nicoya y la traqueadora. Esta última, según cuenta Aristides, es la favorita de la mayoría, quizás por su crocante sonido al momento en que los dientes entran en contacto con la fruta.
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