Mientras muchas personas dedican su tiempo libre para el fútbol, un grupo de hombres de heterogéneas edades se acerca a la iglesia de la Divina Misericordia para ayudar en los preparativos de la Semana Santa.
Uno de ellos es el señor Erick Castillo, que realiza junto a un grupo de jóvenes el anda de la Verónica, imagen que fue comprada recientemente por el padre David Cosca. Erick destacó que la primera vez que llegó a la parroquia fue de la mano de su esposa. En esa ocasión se sentó en la escalinata y oyó a otros dos señores decir que tuvieron un sueño en el que un sacerdote les pedía ayuda. En ese momento pudieron oír al padre Cosca que le comunicaba a un señor que necesitaba un electricista y un chapistero. Eso lo consideraron un milagro, porque era la profesión de los tres. Desde ese día no se han separado más de la Iglesia ni de Dios.
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