Muchas disciplinas del deporte profesional, como es sabido, más que un deporte en sí se ha convertido en un negocio. El boxeo no escapa a esta realidad, y un ejemplo de ello es lo que está sucediendo en el caso "Chemito"-Grimaldo. Quienes hemos estado en un momento dado cumpliendo un rol de dirigente, aunque sea en una liga de barrio, sabemos el costo económico y lo difícil que es encargarse de niños desde muy corta edad para tratar de enrumbarlos y guiarlos por el buen camino, para que tengan éxito en sus vidas deportivas y profesionales.
Es muy fácil cosechar de lo que otros han sembrado, sin dejar caer ninguna gota de sudor. Eso sí que duele. "Chemito" Moreno sabe quién ha estado empujando su carrera a lo largo de todos estos 17 años, en las buenas y en las malas. Sólo eso hay que valorarlo.
Él sabrá meditar en su momento toda esta situación. Habrá espejismos en estos momentos de gloria, saldrán propuestas jugosas -muy tentadoras por cierto-, pero por encima de todo esto se debe respetar el esfuerzo, el sacrificio y el trabajo hecho a lo largo de todos estos años y, por supuesto, los pactos, los de palabra y los escritos. Solo ese respeto mutuo diferencia a los pequeños de los grandes campeones. Tú 'Chemo', sabrás decidir en qué lugar estar.
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