Thiago Motta, centrocampista del Atlético de Madrid y ex jugador del Barcelona, donde fraguó una estrecha amistad con su compatriota Ronaldinho, aconsejó ayer al brasileño abandonar el club catalán y culpó al presidente y al director deportivo, Joan Laporta y Aitor Txiki Begiristain, de haber contribuido a enturbiar la situación del jugador.
Motta acusó a Laporta y Begiristain de ser los "verdaderos culpables" de las dudas que genera el futuro de Ronaldinho y subrayó que si estuviera en la piel de su amigo, "no me quedaría en un sitio donde la gente te está intentando perjudicar y nunca da la cara".
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